lunes, 5 de octubre de 2015

Una de cada siete personas que sufre celiaquía no lo sabe.

La enfermedad celíaca es un trastorno digestivo que provoca intolerancia al gluten. Sus síntomas son muy diversos, por eso una de cada seis o siete personas que la padecen recibe un diagnóstico erróneo.
Se cree que una de cada 100 personas en el mundo sufre celiaquía. Se trata de la intolerancia alimentaria más frecuente en occidente. En España, se estima que cuatro millones de personas tienen intolerancia al gluten. Sus síntomas son poco llamativos y se manifiestan de formas tan diversas como anemia, osteoporosis, dermatitis, infertilidad e incluso problemas neuronales.

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«Hay muchos órganos que pueden ser diana de la respuesta inmune frente al gluten. De hecho, la mitad de los pacientes intolerantes no presentan síntomas digestivos», explica Eduardo Arranz, presidente de la Sociedad Española de la Enfermedad Celíaca (SEEC).

Por ello, una de cada siete personas no recibe un diagnóstico correcto. El único tratamiento eficaz es la dieta estricta sin gluten, pero este aditivo alimentario se usa habitualmente, por lo que es difícil excluirlo de las comidas. Por este motivo, voluntaria o involuntariamente, la mitad de las personas no cumple esta dieta de forma estricta, lo que puede desencadenar en un tipo de celiaquía grave e irreversible.

El consumo de gluten puede incluso provocar esta enfermedad en paciente no celíacos que padezcan el síndrome del colon irritable.

Proyecto PACE En el marco del primer Simposio Internacional para buscar soluciones frente a esta enfermedad se ha presentado el Proyecto de Ayuda a los Celíacos Españoles (PACE). Se trata de una iniciativa del Colegio de Químicos de Madrid para conectar las distintas áreas implicadas, que intercambien conocimientos entre sí y tratar así de dar solución multidisciplinar al problema de la celiaquía.

Los sectores implicados, según los responsables del proyecto, son la salud pública, la medicina, la ciencia, la industria, la distribución y las asociaciones de celíacos.

En el ámbito sanitario, por ejemplo, «hay un problema de falta de homogeneidad en los criterios de diagnóstico entre las diferentes comunidades autónomas», afirma Juan José Álvarez Millán, presidente de la Asociación de Fabricantes de Aditivos y Complementos Alimentarios (AFCA). También es necesario, añade Millán, que la industria fabrique alimentos sin gluten suficientemente nutritivos, con la textura adecuada y a un precio asequible. «La industria necesita los conocimientos científicos para encontrar el camino y que este sea económicamente rentable», concluye.

Los especialistas de PACE consideran que la distribución de los alimentos aptos para celíacos deberían ser igual de fáciles de encontrar y tan variados como los alimentos para personas sin intolerancia al gluten. Dado el aumento del número de personas con esta intolerancia, sean o no celíacas, los impulsores del proyecto abogan por "una mayor accesibilidad para toda la población a los alimentos sin gluten".

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