jueves, 31 de marzo de 2016

Okashi Sanda, primer japonés de Madrid apto para celiacos


Okashi Sanda ha sido el primer restaurante japonés en pasar el protocolo de seguridad alimentaria de Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), que lo incluye en la lista de restaurantes aptos para celiacos.


Okashi Sanda ha sido el primer restaurante japonés en pasar el protocolo de seguridad alimentaria de Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), que lo incluye en la lista de restaurantes aptos para celiacos.

Además de por su apuesta sin gluten, Okashi Sanda se caracteriza por ofrecer cocina casera tradicional y repostería japonesa, ha informado el restaurante en un comunicado.

Cuenta con platos como Takoyaki (bolitas tradicionales rellenas de pulpo), Okonomiyaki (conocido como la pizza japonesa) o Katsu-kare (adaptación japonesa del curry indio, que importaron al país los ingleses en los años 20).

También repostería como brownie de chocolate y matcha (té verde molido) y varias recetas japonesas de tartas. La propietaria y chef de Okashi Sanda, Tamara Ishihara, de origen hispano-japonés, trató de trasladar los sabores y olores de su infancia en Sanda, Japón, al centro de Madrid, donde ha pasado la mayor parte de su vida.

"Ayer fue un día muy feliz para nosotros, ya que después de muchos meses de trabajo por fin hemos pasado el protocolo de seguridad alimentaria de FACE que nos permite ser un restaurante donde las personas con celiaquía se sientan totalmente seguras y tranquilas", ha afirmado la chef y propietaria del restaurante.

El examen fue realizado ayer, 30 de marzo de 2016, por la asociación Madrid sin Gluten, que se encargan de verificar a los restaurantes sin gluten en la comunidad.

La presidenta de la asociación en Madrid, Maika Jiménez, tras el encuentro con Okashi Sanda, aseguró que 'Okashi Sanda es el primer restaurante de la Comunidad de Madrid en pasar el protocolo de FACE'.

Okashi Sanda abrió sus puertas en La Latina, en 2008, pero acaba de reubicar su establecimiento en el madrileño barrio de Malasaña, en la calle San Vicente Ferrer 22, coincidiendo con su nueva apuesta gastronómica sin gluten, sin lácteo ni derivados y sin azúcar refinado.

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