lunes, 3 de agosto de 2015

Test de intolerancias alimentarias totalmente intolerable


La de hoy es una entrada de las de hacer sangre, sí. Y es así porque es del todo intolerable comprobar cómo determinadas empresas y determinados señores se quieren aprovechar y finalmente se aprovechan, queramos o no, de:
 El candor de la población general para sacarles el dinero con un supuesto método mitad basado en supuestosprincipios científicos y mitad en preceptos energético-filosófico-chinos, y
 El buen hacer o de la buena imagen que en principio tiene las profesiónes de médico y de dietista-nutricionista.
En esta entrada se va a poner en tela de juicio el funcionamiento de una máquina que supuestamente analiza las intoleracias que una determinada persona presentaante alimentos concretos (nada más y nada menos que a193 alimentos) en base al meridiano [entiendo que es un meridiano “energético”] que, de nuevo supuestamente, pasa por el intestino grueso según la medicina tradicional china. ¿Sorprendidos? Esperen que aun hay más.
Después, en base al “diagnóstico” de la maquinita, se hace un plan dietético en el que se eliminan aquellos alimentos a los que supuestamente (hoy habrá muchos “supuestamente”) el incauto es intolerante después de haberle comido el coco con un rollo cientifista. Con todo ello se pretenden eliminar, supuestamente, las frecuentesjaquecas que el incauto pueda tener, su estreñimiento e incluso controlar los alimentos que le “engordan” y así adelgazarlo. Pero esto es aparte, es decir, se paga, aparte.
¿Les suena a chino? Pues a mí también me sonaba así, en especial hace tres años cuando me invitaron al plató de un programa de televisión para hablar, así, sin mayor explicación, de las intolerancias alimentarias y me encuentro con este “pastel”, cuando además, ya habían empezado. Para ponerles en antecedentes les dejo que vean el vídeo de mi intervención en dicho programa (son 20 minutos, así que si quieren ir a por algo para comer, usen el “pause”)

Pues bien, esto fue hace tres años. ¿Y porqué hago la entrada ahora? se preguntarán. Es fácil de responder. En su día creí que era una extravagancia aislada. Sin embargo, recientemente, diversos dietistas-nutricionistas y médicos están siendo visitados por los representantes de estosartefactos con el fin de ponerlos en su consulta. La voz de alarma me la han hecho llegar varios compañeros (a dos de ellos les llamaré amigo 1 y amigo 2 porque quieren reservar su anonimato al máximo) sin cuya inestimable colaboración al aportarme los datos no sería posible escribir esta entrada.
En concreto amigo 1, me cuenta que fue visitado por una comercial que tiene la empresa que comercializa este… este… artilugio, que al parecer tiene nombre y se presenta como Test ELMA de Intolerancias Alimentarias(desconozco si “ELMA” es el acrónimo de algo o simplemente se trata de una licencia creativa de su imaginativo inventor). La comercial se presentó según su tarjeta de visita como psicóloga y nutricionista, pero indagando un poco más, ni una cosa ni la otra. En fin, en palabras de la propia comercial:
“Esa biorresonancia [proceso por el cual,supuestamente, la máquina realiza su análisis] pasa de una mano a otra penetrando hasta las capas del intestino y allí es donde analiza qué alimentos es a los que uno es intolerante y los que no… incluidos minerales y vitaminas. Todo esto, claro, lo sabe leer la máquina, y solo ella. Con de toda la información que da la máquina, luego, el “profesional” que realiza la prueba [biorresonante] filtra algunas cosasen función de las sensaciones que percibecon cada persona”
Habiendo dicho la comercial que todo estábasado en sesudos estudios científicos y que queda más queconstatado en diversas publicacionesamigo 1le pidió que por favor le diera alguna referencia de dónde encontrar dichos avales. La comercial, con más cuajo que farruquito a los mandos de un Ferrari, le dijo que trasladaría su petición al departamento correspondiente de su empresa y que le haría llegar tal información. Pues bien, han pasado más de dos meses y amigo 1 aun espera las “pruebas” en cuestión.
¿Saben cuánto cuesta esta prueba a día de hoy? pues al amigo 1 le dijeron que no menos de 100€ y siempre por grupos de 5 pacientes. Es decir, el propietario de la consulta o del espacio reúne a 5 incautos y cede el espacio de su consulta para que la psiconutricionista en su papel de pluriempleada para la empresa (dejando de lado su faceta comercial), viene con el chistófano este y hace las 5 pruebas, y te deja una comisión de 20€/paciente (¡!)
En fin. Por su parte el amigo 2, también dietista-nutricionista, conoce a fondo el tema. A él le destinaron(luego diré porqué digo le “destinaron” y quién le destinó) arecibir un curso de formación por la vía de urgencia paramanejar el cacharro y… para hacerse cargo del enorme caudal de incautos que generó una oferta de páginas web como LetsBonus, Groupalia y otras más que habían conseguido trincar al precio de 100€ (en “oferta” claro, porque su precio “normal” era de 300€)… a, pásmense,2.000 personas para hacerse el test ELMA. Y como el bono caducaba en 4 meses pues había que darse prisa para recaudar esos 200.000€ de ingresos (¡!).
¿Saben donde recibió amigo 2 su formación? ¿creen que será un centro naturo-taoista? Pues no. La recibió nada más y nada menos que en el rimbombante “Instituto Europeo Estético” y ¿saben dónde estaba trabajandoamigo 2 cuando lo destinaron a recibir tal formación, saben dónde tuvo que pasar este tipo de consulta al estar contratado? Pues según me cuenta en la Cínica Teknon… ¿no me creen? Aquí tienen un par de “pantallazos” de la publicidad que en su día hacían las páginas web antedichas de este tema.

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