jueves, 5 de mayo de 2016

Se acabó la prohibición: cinco caprichos gourmet para celíacos de todas las edades

Ir al súper ya no es una tortura para quienes no pueden tomar gluten.


Se acabó la prohibición: cinco caprichos gourmet para celíacos de todas las edades

Algo está cambiando para los celíacos. Sobre todo si se compara con años atrás en los que la variedad de productos era casi inexistente y los afectados debían tirar de cocina casera sin poder caer en la tentación de darse algún capricho de vez en cuando.

Antes era habitual encontrarse a padres o madres de celiacos leyendo la pequeña y larga lista de ingredientes que contienen algunos productos para comprobar si el alimento estaba libre de gluten. Iban a comprar con un libro debajo del brazo. Ahora es más fácil. La concienciación de las grandes marcas por ofrecer una alternativa asequible ha propiciado que los celíacos puedan disfrutar de un mayor surtido de productos. Y la tendencia va al alza aunque queda un largo camino por recorrer. Si hasta hace poco era habitual que los celíacos tuvieran que resignarse a aceptar que nunca podrían gozar de una buena rebanada de pan, de un delicioso plato de pasta, de un filete rebozado o de un cucurucho de chocolate, su suerte está cambiando. Y por suerte debe entenderse una mayor dedicación de las empresas alimenticias que han visto en los productos sin gluten como una buena oportunidad de negocio.

El principal problema al que se enfrentan los celíacos no es sólo encontrar productos sin gluten, sino localizar productos que estén libres de contaminación. A priori hay muchos alimentos que deberían ser aptos porque la materia prima no contiene ningún componente nocivo para los celiacos. Al fin y al cabo, el gluten es una proteína que contiene el trigo, la cebada, el centeno, la avena, la espelta, el Kamet y el triticale. El resto de alimentos que no estén tratados con estos cereales no deben contener gluten.

La batalla en los supermercados se está ganando poco a poco, ahora falta que la restauración también tome conciencia, lo está haciendo, pero los pasos aún son muy pequeños para que el celiaco pueda disfrutar también de un día en familia en un restaurante. Aquí el problema no viene tanto por los productos como por la contaminación cruzada y el conocimiento que se tenga de la enfermedad celiaca.

Cucuruchos en casa


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Comerse un helado con cucurucho no es fácil para un celiaco. Es cierto que las empresas han hecho una apuesta seria por ofrecer helados libres de gluten y la lista de sabores a probar ha crecido en estos últimos tiempos, incluso algunas heladerías disponen ahora de galletas aptas para que los celiacos puedan disfrutar de los cucuruchos y no se vean condenados a consumirlos en las típicas tarrinas, pero qué pasa si se quiere consumir en casa. ¿Cómo disfrutar de un corneto helado después de una comida? La marca Schar dispone de cucuruchos crujientes de nata y chocolate que suplen el vacío que tenían muchos celiacos con el postre.

Meriendas rápidas


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A nadie le amarga un dulce y a un celiaco,que por el tipo de dieta tiene restringidos ciertos tipos de producto, tampoco y más si es un niño. La bollería ha sido tradicionalmente uno de los productos vetados para estos enfermos que disponían de galletas, pero poco más. Siempre están los bocadillos, pero los más pequeños desean también probar ciertos dulces como el resto de sus compañeros en los colegios. En los últimos tiempos han aparecido pastelerías especializadas en hacer la vida más dulce a los celiacos, pero ahora los supermercados empiezan a ofrecer también esta variedad. La empresa Ricardera cuenta con amplia carta de productos como ensaimadas, bollos de chocolate y hasta cocas de Sant Joan para que los celiacos puedan celebrar también la verbena.

¿Una Quiche Lorreine?


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Siempre se puede hacer la masa en casa: las de la pizza, la del pan, el hojaldre… Pero para aquellos que no tienen tiempo, las marcas especializadas en productos sin gluten ofrecen ahora una amplia variedad de masas listas para meter en el horno. Ahora es más fácil improvisar un quiche o tarta de manzana. Platos dulces o salados que se elaboran fácilmente sin tener que ensuciar mucho.

Una cerveza, por favor


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Existe una amplia gama de cervezas convencionales que ya ofrecen su variedad sin gluten con la misma graduación y un sabor muy bien logrado que se ajusta al original. La empresa Damm comercializa su variedad de Estrella Daura y Marzen en su equivalente en Voll Damm. También San Miguel, Estrella Galicia, Mahou y Ambar apuestan por su versión Gluten Free. Para los más selectos hay en el mercado un surtido de rubias de importación que también han adoptado el apellido Sin Gluten, como la italiana Peroni, la escocesa Tennents y la belga Daas.

Un buen burrito


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Un celiaco no debería tener muchos problemas para comerse un taco o una sincronizada sin gluten. Las tortillas sobre todo en el país de donde proviene este plato son de maíz, pues hasta en esto puede tener dificultades un enfermo de celiaquía. La mayoría de las tortillas que se ofrecen en el mercado tienen trigo y algunas de maíz, presentan contaminación cruzada, por lo que están vetados para los celiacos. Afortunadamente algunas empresas han empezado a ofrecer este producto para aquellos enfermos de celiaquía que quieren disfrutar de un buen burrito mexicano.

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