lunes, 14 de marzo de 2016

Todos los platos son adaptables para celiacos


El restaurante Caroba sito en la calle Dulzainero Ángel Velasco, 1 de Valladolid se convierte en el primero 100% sin gluten en Castilla y León

Alfonso C. Manzano, cocinero y propietario del restaurante Caroba. - MARTA FERNÁNDEZ/PHOTOGENIC

«Antes teníamos una carta bastante adaptada para celiacos, solo algún postre y el pan no lo eran. Ahora hemos dado un paso más y todos nuestros productos son sin gluten», afirma Alfonso C. Manzano, cocinero y propietario del restaurante Caroba. Después de seis años abiertos, posibilitando que los alérgicos al gluten disfruten de una amplia variedad de platos que no son fáciles de encontrar en la gran mayoría de restaurantes, ahora el 100% de su carta es apta, lo que asegura que ningún alimento va a ser contaminado por otro.

«Para nosotros ha sido mucho mejor dar este paso porque antes teníamos una freidora para productos con gluten y otra para sin ellos», explica Manzano. Al generalizar que todos los productos del restaurante sean aptos para celiacos, tiene la ventaja de que hay «muchos menos problemas relacionados con una posible contaminación cruzada» aclara.

Confiesa que se dieron cuenta de que tenían que dar este paso porque hay «muchísimos clientes celiacos, que vienen con gente que no tiene este problema y que al final todos se piden la comida sin gluten». Y es que, según ACECALE, una persona de cada diez es celiaca, y se espera que las afectadas por esta alergia o intolerancia aumenten entre un 2 y un 3% en los próximos cinco años, añade Manzano.

El cocinero y propietario del restaurante confiesa que no han eliminado ningún plato de la carta ya que «todos son adaptables», la diferencia es que «no se utiliza harina de trigo» y se buscan otros productos como «harina de arroz o pan» para hacer los alimentos rebozados por ejemplo.

El gran problema de los productos para celiacos es su elevado precio, ya que como cuenta Manzano, «tienen un IVA como los productos de lujo, de un 21%», mientras que por ejemplo el pan para no celiacos cuenta con un impuesto superreducido del 4%. «Lo que hemos hecho es hacer nosotros mismos el pan y así reducir gastos», explica.

«Bastante es tener una enfermedad como para encima tener que pagar por ella» sostiene, por ello, el propietario de la Caroba asegura que no han subido el precio medio de la carta que se encuentra entre los 25 y los 30 euros, o el de los menús, que oscilan entre los 14,50 euros y los 19 los días laborables.

Manzano cuenta que muchos de los clientes celiacos muestran su preocupación por que «aunque haya restaurantes que tengan platos aptos, algunos no tienen mucho cuidado ante una posible contaminación cruzada». Y es que las personas que no pueden tomar gluten pueden ser alérgicas, «que es como si te intoxicaras y puede tener consecuencias muy graves, incluso llegar a morirte», o intolerantes, que presentan una intolerancia más a largo plazo y sufren «pesadez de estómago, diarreas, dolores de cabeza o migrañas», puntualiza.

Algunos de los platos estrella de este restaurante totalmente apto para celiacos son el Timbal de Huevos Rotos con Hongos y Trufa, que como aclara el cocinero se sirve tanto en ración como en tapa, o el Bacalao Confitado al Pil Pil de Boletus con Verduras. Sin embargo, la oferta es mucho más amplia, «la especialidad son los arroces alicantinos», pero también toca otros platos como la carne de potro o rodaballo. Con la eliminación del gluten en todos los productos, la principal novedad es que «ahora los celiacos podrán disfrutar de las tapas de la barra del bar» que antes se hacían con pan con gluten.

Además, el restaurante está especializado para otro tipo de alergias. En la carta se especifica lo que contiene cada plato, para aquellos que no puedan comer marisco, frutos secos, lácteos u otros alimentos.

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